Dominio de la fuerza interna- Mensaje del 22/7/17

La fuerza que todos tienen emoción causa.

La fuerza que todos tienen da el movimiento, el impulso, la dosis de caos necesario para que el caudal energético pueda materializarse.

Sin embargo, luego está la fuerza individual que hace que cada ser sea diferente, único.

El dominio de esta fuerza individual hace que cada ser pueda avanzar en su diario sendero. Es muy difícil poder alcanzar el total dominio de esta fuerza pero el constante y continuo trabajo interno hace que poco a poco se logre.

Todo causa demasiado sufrimiento mas dejen de lado lo que la mente condicionada les dice. No sigan aquello que la mente condicionada les diga. El modo de poder ,día a día, dominar la fuerza individual es modificando día a día la mente condicionada.

Dejen de mostrar el sometimiento a aquello que la sociedad diga que es correcto. Esto se modifica día a día.
Escuchen a su corazón. Vean dentro de su corazón. Sean honestos con lo que allí vean pues sólo asi se logra, poco a poco dominar la propia fuerza.

Les doy un ejercicio para que, quien quiera dar el primer paso hacia este muy difícil trabajo pueda hacerlo sin peligro.

Dibujen un cuadrado de cuatro centímetros de lado.

Luego dibujen un círculo que toque externamente cada vértice de este cuadrado. En el centro del cuadrado hagan un punto.

Cuando el dibujo esté listo hagan lo siguiente:

Concéntrense durante un minuto en el círculo. Recorranlo con atención con la mirada. Mírenlo con atención.

Cuando el minuto haya pasado, concéntren durante dos minutos la mirada en el cuadrado.

Cuando los dos minutos hayan terminado miren el punto con atención durante tres minutos.

No pongan su atención ni en el cuadrado ni en el círculo. Sólo en el punto.

Cuando los tres minutos hayan concluido miren la totalidad del dibujo detalladamente durante un minuto.

Sean minuciosos , atentos. No dejen de observar.

Repítanlo al menos una vez por semana.

Es el comienzo del dominio del poder interno.

Que todo aquel que sea un sincero buscador recuerdo que, para recorrer el sagrado sendero individual se necesita dar pequeños pasos diarios. Uno tras otro nos conducirán hacia nuestra propia luz.