AUTOCONOCIMIENTO

Hijos

Tienen frente a ustedes el mayor desafío: ser quienes realmente son.

Cada uno de ustedes ven sólo una parte de lo que realmente son. Tomen el camino de sus vidas como el verdadero conocimiento.

El verdadero conocimiento no está en los libros. Está donde todo está : en el corazón.

Pongan toda su atención donde todo está. No den paso a modificaciones superficiales. El paso más importante es adentrarse en el propio corazón y dejar que lo que allí haya se conozca.

Sea este un mensaje que los anime a dar este paso.

Doy un ejercicio que los ayudará:

Tomen un papel y allí dibujen un corazón. Dense el tiempo de dibujarlo como crean que es su corazón.

No razonen. Sientan.

Luego miren ese corazón durante algunos minutos. Se irá sintiendo volcán emocional.

Apoyen su mano derecha sobre el corazón de su cuerpo y miren el dibujo.

¿Qué sienten?

Dense tiempo para que las emociones se muestren. No den importancia a lo que la mente les diga.

SIENTAN. SIENTAN.

Escriban aquello que hayan sentido. Den gracias.

Guarden el dibujo para después volver a usarlo. Una a una escriban las emociones que cada vez vayan apareciendo.

Mientras esto hacen relacionen cada emoción con un momento de sus vidas.

Recuerden : no den importancia a lo que la mente diga. SIENTAN.

Esto lo harán todas las veces que lo necesiten. Pueden, después de dos meses, volver a dibujar el corazón.

Esta tarea da como resultado conocer hasta qué punto lo vivido dejó huellas en el centro cardíaco.

Se pide hacer esto con conciencia.

El trabajo de autoconocimiento es constante. Sólo acaba cuando el sendero acaba.

¡Que Mi Padre ilumine cada uno de sus pasos!